martes, 4 de marzo de 2008

Participación o complicidad: tú eliges


En un mundo donde “si bien es cierto que los modelos ideales casi nunca pueden realizarse por completo, al menos sí cumplen la función de establecer un punto de referencia. Siempre resulta útil (…) pararse a pensar en qué punto se encuentra nuestra conducta en relación con un ideal, ya que sólo de esta forma nos es posible mejorarla. (…) Parece esencial utilizar este enfoque en el estudio de la democracia, y no en el tratamiento más convencional que consiste en rebajar las exigencias en la definición del ideal para que concuerde mejor con nuestros modestos objetivos. Actuar de este modo conduce a la autosatisfacción, a la autocomplacencia y a la despreocupación por analizar de qué manera la democracia se está debilitando” (Colin Crouch: Posdemocracia), se hace sumamente necesario preguntarnos “¿Que hago yo por mejorar este mundo a través de la participación?”. Y, siendo consecuente con la cita que escogí del libro de Crouch, vamos a entender participación no sólo como la simple acción de votar en las elecciones de Cade, Feuc, y otras, si es que estás inscrito en los registros electorales ¡Qué idea más simplona! La participación no puede entenderse como la simple acción de emitir el voto unas cuantas veces al año. Este concepto, para mí, consiste en asumir la misión de cambiar el mundo como un estilo de vida que se traduzca en acciones concretas en el día a día. Ello implica asumir una actitud fiscalizadora hacia las autoridades del centro de alumnos, facultad, consejero, etc. Además, se debe dedicar tiempo a la reflexión con tal de aportar ideas, así como también soluciones a los graves problemas que afectan a este, nuestro mundo ¡Sería una lástima que tus únicos buenos recuerdos de juventud sean unos cuantos buenos carretes y pololeos! La participación, por favor, no te la tomes como un pasatiempo ¡Tómatelo como un deber! ¡Pasividad es sinónimo de complicidad! ¿Cuantas atrocidades han cometido varios gobiernos en la historia, y que, para peor, fueron permitidas por los gobernados al seguir viviendo su vida cotidiana como si nada? Y recuerda: una cosa es evitar que los grupos intermedios (como los centros de alumnos, por ejemplo) se sometan al control de los partidos políticos y otra muy distinta es doparlos y mantenerlos ajenos a la contingencia ¡No sobras en este mundo! ¡Atrévete a hacer de esta una mejor facultad!
Robinson Fuentes
2º año

No hay comentarios: